Nos olvidamos fácilmente de las cosas. Vivimos constantemente pensando en el ahora y planificando el futuro. Hoy, tu hoy y el mío, vienen marcados por haber estado encerrados más de 70 días. En muchos casos, gran parte de ellos ha sido sin salir de casa siquiera. Algunos países de hecho siguen manteniendo estas medidas hasta que puedan “normalizar” la situación.

La salud no se “desconecta”

Aquí en España llega el verano. Eso significa vacaciones, desconexión y “escapar”. Y sorprendentemente llega la misma lucha como entrenador que todos los veranos:

  • “Muévete”
  • “Mantente activo”
  • “Te mando un par de cosas para que hagas todos los días para ese hombro”

Y un largo etc.

Se supone que la cuarentena nos había dejado un BOOM por entrenar, por el ejercicio físico y cuidar un poco más nuestra salud. Conozco personas que han hecho más ejercicio en 3 meses que en toda su vida, pero. ¿tan rápido olvidamos? ¿de verdad me tienen que recordar esto de moverme una vez se ha pasado lo peor? ¿tanto cuesta entrenar en verano?

“Es que…entre familia, planes, etc. Es imposible sacar tiempo.”

Recapitulemos… ¿falta motivación o falta perspectiva?

No estoy diciendo que plantees tus vacaciones y las de tu familia o amigos como si de una pretemporada se tratase. Te estoy diciendo que te ordenes de una forma que, de nuevo, no veas moverte y/o hacer ejercicio como una obligación si no como algo más en tu agenda, al igual que esa paella en tu chiringuito favorito o esa cervecita fría al atardecer. Hay muchas maneras de hacer que esto de estar motivado/a para entrenar sea más sencillo de lo que parece.

Voy a rescatar dos principios muy básicos que me gustaría que aplicaras en tus vacaciones.

K.I.S.S:

No te compliques. Después de 3 meses encerrad@ has hecho un máster de cómo entrenar sin recursos (tiempo y material mínimos), es hora de recuperar esas variantes de entrenamiento, pero aplicadas en otro contexto. Piensa de forma simple y acertarás ya que más vale aplicar algo efectivo de forma repetida durante el verano que buscar cosas diferentes una y otra vez pero siendo inconstante continuamente.

Dosis mínima efectiva:

No todo tiene que ser siempre mejorar, optimizar y avanzar. Si te vas a ir 3 semanas de desconexión busca la dosis mínima efectiva que te permita MANTENER lo que has trabajado.

AVISO para los que menos nos movemos: si en tus vacaciones acabas moviéndote más que en tu día a día MEJORARÁS, así que no te asustes si vuelves mejor de vacaciones y aprovecha la inercia.

6 claves para hackear tu motivación y entrenar en verano:

Basándote en estos 2 principios me gustaría proponerte algunos 6 consejos para mantener la motivación con tus entrenamientos en verano y que no dejes de moverte:

1. Modifica tu entorno:

Es algo que puedes tunear para que tanto tú como los tuyos no “caigáis” en ciertas prácticas que te alejen de tus objetivos:

  • Mete ropa de deporte para no estar pensando «uy no tengo las zapatillas». Antes te ocurría al ir a trabajar ahora al cambiar la oficina por la playa.
  • Selecciona lugares dónde poder hacer actividades outdoor: paseos por montaña, kayaks, surf. Si es un plan más urbano, patea la ciudad, combínalo con el transporte público pero deja el uber y el taxi para cuando hagan falta realmente.
  • Contrata alguna actividad con antelación: haz que el movimiento esté incluido desde el inicio en los planes
  • Deja la comida “basura” fuera de casa: una cosa es disfrutar gastronómicamente y otra facilitar el comer mal continuamente. Compra fruta y tenla a mano siempre, haz que las elecciones que tengas en casa o donde te alojes sean saludables.

2. Polariza tus entrenamientos de fuerza:

Aquí si que quiero que te vayas un poco al extremo y que elijas la modalidad que mejor se adapte a tu contexto.

  • Prueba ha hacer entrenamientos más cortos e intensos que puedas repetirlos casi todos los días o selecciona 2 o 3 días de entrenamiento más largo dedicado a entrenar fuerza.
  • No es lo mismo plantearte 6 entrenamientos en la semana de 20-30’ que 2 entrenamientos de 60’ donde buscaré más trabajo acumulado en la sesión. Elige lo que mejor se pueda adaptar a tus circunstancias.

3. Añade “movimiento” como cardio:

Puedes ser algo que no estés acostumbrad@ hacer o algo que disfrutes mucho.

  • Si nunca has hecho kayak y vas a un sitio con playa, aprovecha a meter esa actividad con movimiento extra diario, lo que en tu día a día considerarías tu “cardio” suave.
  • Si estás en un paraje envidiable y te encanta correr, disfruta de esos km sin más pretensión que recargar pilas haciendo lo que te gusta.
  • Haz partícipe a tu entorno de ello.

Cuando estaba viajando por Europa con 7 personas más, aprovechaba los entrenamientos más suaves para enganchar alguno de mis amigos conmigo, ellos ese día entrenaban y el disfrute era compartido ya que conocíamos una ciudad nueva de forma diferente.

4. Corto, pero intenso:

Aunque las vacaciones son el momento perfecto para “cargar pilas”, no te olvides de darle recordatorios al cuerpo mediante la intensidad. Acuérdate de esos entrenamientos cortos donde el objetivo es revolucionar el corazón. Sprines, series con la bici, o pequeñas propuestas con tu propio peso corporal, pueden convertirse en la mejor píldora de vitaminas para tu verano.

5. No “todo vale”:

Se que es complicado. Es tu momento del año. Esas semanas donde quieres hacer lo “que te da la gana”. Es normal. Pero caer profundamente es un comportamiento dicotómico, todo o nada, blanco o negro, etc. Sobre todo si estás en medio de un proceso de cambio o con un objetivo muy claro, hará que te acerques peligrosamente a una espiral de:

“hago lo que me da la gana” – “me arrepiento” – “extremo contrario”.

Como te he dicho unas líneas más arriba, el objetivo no es que tengas una pretemporada, el objetivo es que integres un estilo de vida activo y saludable en tu periodo de “desconexión”.

6. Quédate con las ganas:

Como última regla intenta quedarte con la sensación de “querer un poco más”.

  • Si vas de chiringuito, no arramples como si no fueras a comer y beber en 3 semanas.
  • Si eres de los de silla y playa, mete unas palas, da paseos cada «x» tiempo pero no te conviertas durante 8 horas al día en un elemento más de la playa.

El hecho de guardarte un poquito, de practicar un poco la “insatisfacción” momentánea te hará procastinar menos a la hora de mantenerte activo/a o equilibrar tus vacaciones.

Conclusión

La motivación, como cualquier cosa en esta vida es entrenable.

Que sea más fácil o difícil está en ti mismo y en tus hábitos. Una persona con hábitos sólidos podrá mantenerlos y adaptarlos independientemente de su contexto. Una persona desestructurada vivirá esclavo/a de su contexto y de la situación que le toque en cada momento. Como un barco a la deriva a expensas de dónde le lleve la corriente.

Si no estás acostumbrad@ a trabajar en tus hábitos y tu entorno, es el momento perfecto para empezar. No intentes cambiar todo de golpe, recuerda, busca la dosis mínima que te permita establecer un cambio y mantenerlo en tiempo.

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