Hoy vamos acercaros 3 conceptos, imprescindibles en el entrenamiento de alto rendimiento, que le vendrán genial a la gestión de tus entrenos diarios

¿Por qué técnicas de alto rendimiento si yo no soy Usain Bolt?

Digamos que, tanto el entreno de alto rendimiento, como los estudios científicos, representan situaciones idílicas a las que todos nos queremos acercar.

Para los entrenadores, esta información es basal y siempre contamos con ella a la hora de perseguir los objetivos del atleta.

Consiste en tratar de aproximar la utopía a nuestra realidad.

Aunque, cuidado, debemos ser selectivos.

No tendría mucho sentido fijarme en lo que hace el mejor nadador del mundo, si lo que quiero es prepararme para correr 10 kms.

Cómo pueden ayudarte los objetivos SMART

Puede que tus objetivos a la hora de entrenar sean muy generales: sentirte mejor, mejorar tu calidad de vida, cuidar tu salud… Sin embargo, si afinas la puntería, serás más eficiente.

En este post, te introdujimos en qué consistían este tipo de objetivos y cómo plantear algo muy general es uno de los errores más frecuentes antes de empezar a entrenar.

Te hago un repaso rápido, un objetivo SMART debe ser:

  • Específico.
  • Medible.
  • Alcanzable.
  • Relevante.
  • Temporal.

Antes de ponernos en faena con los 3 nuevos conceptos del entrenamiento de alto rendimiento, empieza por aquí.

Escribe en tu agenda 3 objetivos SMART que encajen con estos adjetivos.

Una vez los tengas, ¡vamos a por ellos!

Planificación, Periodización y Programación: 3 conceptos clave.

Estos conceptos son el pan de cada día en el ámbito deportivo.

Como en MO.BE queremos hacerte lo más independiente posible a la hora de entrenar, consideramos que debes hacerles hueco en tu vocabulario.

Primero, las definiciones:

  • PLANIFICAR: prever con suficiente antelación los hechos, las acciones, etc., de forma que su acometida se efectúe de forma sistemática y racional, acorde con las necesidades y posibilidades reales, con aprovechamiento pleno de los recursos disponibles en el momento y previsibles en el futuro. (Mestre, 1995)
  • PLANIFICACIÓN DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO: proceso mediante el cual el entrenador busca y determina alternativas y vías de acción que, con mayor probabilidad, puedan conducir al éxito.
  • PERIODIZACIÓN: división del plan de entrenamiento en periodos o ciclos de entrenamiento con unos objetivos y unas características determinadas. (Navarro y col., 1991)
  • PROGRAMACIÓN: diseñar una aplicación eficaz y ordenada de métodos y medios de entrenamiento que, dentro de los periodos correspondientes, tenga como objetivo la adaptación y la mejora del deportista.

En resumen, una vez definidos los objetivos, diseñamos un plan teniendo en cuenta el método a seguir, los recursos de los que disponemos y el espacio temporal en el que queremos conseguirlo.

¡Ojo! No te olvides de:

  1. La ejecución del plan, aunque fiel al diseño, debe tener en cuenta los imprevistos.
  2. La evaluación periódica te servirá para corregir defectos y asegurar la eficacia de tu plan.

¿Cómo llevo a cabo mi “hoja de ruta”?

Bien, hemos definido los objetivos y nos ha quedado claro que vamos a empezar a planificar.

Es importante que analices de dónde partes. Puedes ayudarte de los test de valoración inicial que te proponemos aquí.

No es lo mismo querer correr 10 km sin haber corrido más de tres minutos seguidos en tu vida, que querer bajar la marca que obtienes cuando sales a correrlos.

Cuando definas ese estado inicial, elige el método que vas a seguir ajustándolo a tus recursos y al tiempo que vas a dedicarle.

Recuerda que es fundamental que sea alcanzable para que reduzcas la frustración al máximo y puedas disfrutar del proceso.

Escríbelo todo.

Cuando no tenemos experiencia, la planificación puede diferir mucho de la realidad.

Puedes utilizar esta plantilla para controlar tu evolución de una forma más visual.

Los puntos de control o, lo que es lo mismo, la evaluación periódica que realices sobre tu proceso, harán que ajustes y adaptes tus acciones para aproximar esa situación idílica sobre el papel, a tu situación real.

Como decíamos, tienes que tener claro que lo que pongamos sobre el papel no se va a cumplir tal cual.

La teoría dista de la experiencia muy frecuentemente.

Por eso, una vez hayas probado y llevado a cabo tu plan, para, analiza qué ha salido bien y qué ha salido peor para modificar lo que sea necesario durante el camino.

El entrenamiento, como la vida, es un proceso dinámico que requiere de una continua adaptación.

Y es en esa adaptación y esos cambios donde encontramos el mayor disfrute y el aprendizaje, no solo en el objetivo final.

Comparte tus objetivos con nosotros. Déjanos un comentario contándonos las dificultades que tienes a la hora de planificar o qué se te resiste cuando tratas de parecerte a Bolt.

Responderemos enseguida, tratando de ayudarte con lo que esté en nuestra mano de entrenadores profesionales.

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